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Original en francés.
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
http://mensajes-del-espiritu.blogspot.com
http://mensajes-del-espiritu-2010.blogspot.com
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Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
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Mi nombre es Philippe de
Lyon. Yo soy uno de los Melquizedec de la Tierra. Hermanos y
Hermanas encarnados, que la Luz
y el Amor de Cristo sean su satisfacción. Les doy mi Paz. Hoy vengo a,
expresar los elementos que, en mi opinión son simples y que, espero, ustedes
permitirán, dentro de los tiempos que viven, de estar de acuerdo a eso de lo
que voy a hablar, a fin de ir hacia más comodidad y más de evidencia dentro de
su consciencia y de sus vidas. Voy pues (a través de mi propia experiencia
cuando estuve vivo y también debido a mi posición de Melquizedec y también por
mi proximidad Vibratoria con el Cristo) a darles un cierto número de elementos
permitiéndoles, lo pienso, si se adhieren, de vivir este período Vibratorio
intenso dentro las condiciones más propicias para su aproximación y para su
establecimiento dentro de su propia Vibración de Cristo Interior, a fin de
convertirse, como él lo decía, en sus imitadores. Por eso, emplearé las
palabras simples ya que, en definitiva, el Amor es simple. La inteligencia
del Amor y de la Luz
es algo increíblemente simple.
En la actualidad, el ser humano vive, o no vive, los procesos en resonancia y vinculados directamente a la acción de
De mí vivo, decía a menudo que
era el más pequeño sobre la
Tierra , después del Cristo, pero que era también el más
grande, allí en lo alto. Existe así, en efecto, un principio de vasos
comunicantes. Ustedes no pueden absolutamente ser grande aquí y ser grande en
el Cielo. Es uno o lo otro. No pueden ser grande en personalidad y grande en
Êtreté. Es uno o lo otro. El sentido de la Energía de la Consciencia siempre se
caracterizará por dos direcciones opuestas y antagonistas. La dirección
que trae de vuelta todo hacia sí, vinculada a la personalidad. La
dirección que se aleja de la personalidad y del centro para desembocar sobre la
universalidad, La Unidad ,
más allá de las contingencias de la personalidad y más allá de los juegos de
poder, de seducción. El ego, en efecto trae de vuelta a sí, mismo al
nivel espiritual. El ego es complicado, pone en pie, él construye
permanentemente situaciones, está sin parar en búsqueda de satisfacción, que
esta forma del ámbito de la carne, de las emociones, de la valorización social
o afectiva.
El Espíritu no tiene que hacer
eso. El Espíritu es ante todo simple y simplicidad ya que, una vez más,
la luz es simple y facilidad. Así pues, cada ser humano puede ser
analizado según su principio de simplicidad o de dificultad. Entonces, si son
simples, están próximos al Espíritu. Entonces, si son simples, su vida es
simple y fácil. Si son complicados, entonces todo se volverá
complicado. Nada es simple o todo es simple. Cada vez más, ustedes,
encarnados, que hacen la experiencia de la Luz , se dan cuenta, más o menos conscientemente,
de este proceso. O eso se vuelve simple, o eso se vuelve complicado. Tengan
presente para el espíritu que el Amor es simple. El Amor no será nunca
una explicación o una justificación. El Amor será siempre un estado de
ser dentro del cual solo hay otra reivindicación que ser uno mismo. El
Amor solo tiene la pretensión del ego, pretensión del ego que puede encontrar
para expresarse tanto en un papel social como en un papel espiritual.
Hoy, la Luz , cada vez más presente,
les pide de ir cada vez más hacia la simplicidad ya que la simplicidad es
eficacia, la eficacia es Alegría, la eficacia se traduce en su vida según lo
que observan en ustedes mismos: En la actualidad, la Luz , cada vez más presente,
les pide ir cada vez más hacia la simplicidad ya que la simplicidad es
eficacia, la eficacia es Alegría, la eficacia se traduce en su vida según lo
que observan ustedes mismos: más van hacia la simplicidad, más su cuerpo él
mismo se vuelve ligero, cualquiera que sea el peso de sus años o el peso de sus
últimos sufrimientos o incluso presentes. En la actualidad, la Luz y el Cristo vienen a
pedirles aligerarse ya que la
Alegría es ligereza, ya que la libertad del Espíritu también,
es ligereza. No pueden acceder a la
Unidad , al Êtreté mientras que los pesos, gravedades, cosas
del pasado, definiciones, proyecciones, pretensiones, estén aún presentes en
ustedes. El Cristo se los había dicho: “Guarde su casa limpia ya que nadie
conoce ni la hora, ni el día” y hoy, puede decirles, como se lo digo: “Es la
hora y el día”. Decía también: “Dejen los muertos enterrar los muertos y amar”.
El Amor no tiene que hacer vínculos, el Amor no tiene que hacer
justificaciones, pretensiones, de los papeles. El estado Cristo Interior, o
Ki-Ris-Ti, transformándoles en Hijos Ardientes del Sol, abrevados al Fuego del
Espíritu y del Corazón, no puede concretarse y establecerse, de manera
definitiva, sino en ausencia de pretensiones o reivindicaciones.
El Êtreté (Ser Transcendente) es
simplicidad. El Amor es simple y simplicidad. Acoger el Cristo es un acto donde
deben convertirse en transparentes y simples, enteramente. Más allá de sus
cuatro Pilares (más allá de la
Atención , la
Intención , la Ética y la Integridad de las que
algunos de entre nosotros les hablaron), hoy, deben encontrarse en el centro,
es decir, al Corazón. Este Corazón (o punto ER, ER del Éter) les da acceso a la
libertad, a la liberación pero eso requiere de remover todas sus cargas. Eso
requiere más de no buscar nada pero establecerse en su Vibración y sobre todo
dejar actuar la
Inteligencia de la
Luz y el Cristo, en ustedes. Eso requiere, no una
introspección lenta sino, bien más, una mirada inmediata y lúcida sobre lo que
son, sobre lo que transportan en su propia radiación y en su propia Presencia.
El estado de Cristo Interior o estado de Unidad, es un estado de confianza
donde el miedo no tiene ya ningún lugar ya que el miedo viene de la
personalidad, el miedo viene de la separación, de la distancia vinculada a las
Creencias, a las convicciones, a todo lo que no es la Vibración , a todo lo que
no está experimentado, a todo lo que viene pues del mental, andamios
complicados y complejos sirviendo de justificación y a la elaboración de su
vida en este mundo, que no es el mundo del Espíritu ni el mundo de la Verdad.
De ser, por eso, plenamente
presentes y lúcidos en su vida, en sus Hermanos, a sus Hermanas, en el conjunto
de la humanidad, estableciéndose y afirmándose en la Luz Cristo que
acogieron, en Unidad y en Verdad. En la actualidad, la hora está al paso, en el
examen final. La falta de humildad, la falta de simplicidad representará, en el
momento oportuno, un obstáculo (no insuperable pero principal) a su paso en las
Dimensiones de la Luz. Así
pues, se les pide observarse, sin complacencia y en toda lucidez, de observar
objetivamente de que está formada su vida, de que está formado su cuerpo. ¿Eso
es simple, eso es complicado? Entonces, si eso es complicado, deben hacer el
esfuerzo de ir hacia más simplicidad y más humildad ya que no puede haber
humildad sin simplicidad, los dos van juntas. Cristo les llama a eso. El
Espíritu es simple. El Espíritu es espíritu de Verdad y el que acompaña al ser
que descubre y que vive su Unidad, en armonía, en fusión y en comunión, con el
Cristo. Como lo decía, aquí hace poco tiempo, nuestro venerable
Comendador (ndr: O.M. AÏVANHOV), ustedes saben y ustedes deciden: ¿van hacia la
ligereza o hacia la pesadez? Y eso es perceptible al ojo de su Conciencia,
directamente por sus propias Vibraciones y su capacidad, por eso, a elevar, en
sus momentos de alineación, sus propias Vibraciones. Ya que la Vibración no puede
mentir. La personalidad, el ego, tiende a mentirse a sí mismo, con el fin de
justificarse, en la complejidad, en la separación. Pero la Vibración no puede
mentirles, jamás. Ella sigue, de manera irremediable y concomitante, la Verdad de la Conciencia y la Verdad del Espíritu, en
ustedes.
En el tiempo que vive la Tierra y que viven, allí
también, todo dependerá desde su punto de vista. Si su vida es complicada,
entonces todo se volverá más complicado. Si su vida tiende a la simplicidad,
entonces todo se volverá cada vez más simple. En un caso, habrá pesadez. En el
otro caso, habrá evidencia y ligereza. Su vida pasará a ser como sobre
carriles, guiada por el Espíritu de Verdad. En el otro caso, habrá confusión.
Pero nada está fijo, recuérdenlo. Todo dependerá, en definitiva, en el momento
en que vivan lo que tienen que vivir, de su capacidad para extirpar, por
el Abandono, a penetrar la verdadera simplicidad, la verdadera humildad. La
humildad que sólo tiene hacer de lo que eran, ayer o hay aquí hace mucho
tiempo. La humildad que nada tiene que hacer, por eso, de lo que será mañana,
que no previene nada ya que dado que se estableció la humildad en la
simplicidad, ella sabe pertinentemente que la simplicidad proporciona
todo, absolutamente a todo. En realidad, lo que vengo a
decirles, es simplemente encontrar, cada vez más, a continuación, esta humildad
y esta simplicidad ya que no encontrarán su propia dimensión de Corazón Unificado
total hasta que hagan, de esta humildad, de su simplicidad, el motivo principal
de su propia vida. Cristo es simple, es el más simple de entre todos nosotros.
Y con todo, es el más potente. ¿Por qué? Porque él es un principio total de
Abandono, ilustrado por su frase: “yo y el Padre somos Uno” ya que no hay
diferencia, en Verdad, entre él y el Padre.
Es su turno llegar a ser la misma
cosa, la misma Conciencia. No existe otro obstáculo, en adelante, más que las
propias limitaciones inscritas en sus propias Creencias, en sus propios
comportamientos. No viene nada, en definitiva, del exterior. Por lo tanto no
hay que culpabilizar cualquier cosa. Hay exactamente que tener confianza en la Vibración , en Cristo, en
tener confianza en la Vida
que no es su vida de la personalidad sino la Vida Unificada. No
tienen nada que aprender, no tienen nada que esperar, tienen exactamente que
abrirse, aún y siempre más, a este concepto, que se volverá cada vez más
importante, de humildad y simplicidad. Es su turno de elegir, de alguna manera,
de establecerse dentro la
Vibración del Cristo o dentro la Vibración de la persona,
de la personalidad. Recuerden que Cristo no es una persona, es ante todo
un estado, un estado de apertura total y de lucidez total hacia lo que es la Luz. Una lucidez total
que le hizo decir: “lo que hacen a los pequeños de entre ustedes, es a mí a
quien se lo hacen”. Más allá de una adhesión a un dogma y una Creencia,
cualquiera que sea, hay allí una Verdad esencial que nada está separado. Sólo
la mirada de la personalidad hizo creer que todo estaba separado. En
definitiva, en el estado Unificado Cristo, no hay más separación. Son a la vez
lo que son, son también el conjunto de sus Hermanos y sus Hermanas, el conjunto
de los mundos, se convierten en el Padre, se convierten en la Fuente y, para llegar a
eso, no hay ya que ser otra cosa que eso.
La personalidad quiere dirigir y
conducir. El estado de Unidad, Unificado a Cristo y a la Fuente (“yo y el Padre
somos Uno”), ve la vida desarrollarse según el principio de la Gracia y la Belleza , sobre el cual
nada de lo que forma parte del ámbito de la Sombra o el miedo puede interferir o limitar.
Tendrán todos momentos de gran lucidez con relación a lo que acabo de decir,
dónde percibirán, cada vez más claramente, los momentos en que la personalidad
actúa y los momentos en que el Cristo actúa. Tomarán, cada vez más con agudeza,
conciencia de lo que es el estado Unificado y Crístico y de lo que implica como
estado de Alegría, beatitud, facilidad, en comparación con los momentos en que
la personalidad toma el frente y donde todo se volverá pesado y doloroso. Eso
resultará, para cada uno de ustedes, cada vez más evidente.
En la actualidad, el Cristo les
llama. La Luz les
llama. Les pide ser lo que son y no lo que fueron o, por lo menos, lo que
creían ser. Les pide manifestar Luz, Verdad y Cristo. Sin falsa apariencia,
liberados de todo lo que no es eso, de todas estas Creencias, de todos los
miedos, de todas las suposiciones y de todas las complejidades puestas en pie
por el ego y la personalidad. Deben pasar a ser, todos, sin excepción, si
responden, los Maestros de la Luz ,
los Maestros, nada más: los que sobrepasaron sus impulsos, sus lastres, sus
oposiciones, sus fragmentaciones, para encontrar el Espíritu y la Verdad. El paso que permite
descubrir esta Verdad y la apertura de la Boca que ha seguido, les permite, en Verdad y
concretamente, realizar eso. Es su turno de ejercer su lucidez, es su turno de
ser honestos con ustedes mismos y en consecuencia con el mundo. Es volviéndose
honesto con ustedes mismos y con el mundo, yendo hacia la humildad y la
simplicidad, que ayudarán, lo más adecuadamente posible con la Luz , la transformación de este
mundo y en consecuencia la vuestra.
No busquen fecha, eso se lo dijimos: lo viven ahora. Eso no es mañana,
eso no pasó, eso es ahora. Intenten de verdad vivir plenamente en el momento
presente ya que sólo hay el momento presente que se manifiesten la
humildad, la simplicidad y la
Verdad. Cristo les acompaña. Los acompañamos todos. Les
esperamos. Sólo hay una sola misión, es la misma para todos, sin excepción:
volver a ser lo que son, en Verdad. Es la única misión, no hay nada más,
y eso es ahora.
Aquí, mis Hermanos y mis Hermanas viviendo en un cuerpo, lo que se me
pidió decirles. Permaneceremos sobre estas palabras ya que no hay, pienso,
preguntas. A ustedes les corresponde hacer la evidencia de su
vida, a ustedes les corresponde hacer la evidencia de su Vibración y su
Conciencia. Que la Paz
y la Alegría
del Cristo estén en ustedes. Les doy mi Paz, ahora, y les digo, hasta otro
momento. Estamos con ustedes. Estamos juntos, para la eternidad.
Libres. Hasta pronto.
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