Cuando hayas descubierto una de esas creencias que impiden tu evolución, despréndete de ella y crea otra en su lugar. Una forma de hacerlo es cerrando los ojos, imaginándote rodeado de luz y descartando la vieja creencia de algún modo simbólico. Quizá visualices la inscripción "No me merezco tener dinero". Borra sus letras de una en una. Imagínate la nueva creencia en su lugar, posiblemente en letras grandes "Me merezco tener dinero". Para fortalecer aún más una creencia nueva, anótala, repítela en voz alta cada vez que pienses en ella y ponla donde puedas verla con frecuencia en tu casa o en el trabajo.
Tus emociones y tu manera de emplear tu imaginación fortalecerán o debilitarán tus creencias. No niegues ni ignores las ideas viejas. Acéptalas como consideraciones que tuviste acerca de la realidad y no como hechos de esta realidad. Luego, imagínate con una creencia opuesta. Si crees que es difícil ganar dinero, imagínate que es fácil. Con tu capacidad de visualización, haz que la imagen sea lo más real posible. Visualizándola, experimenta los sentimientos positivos que te aportará. Lleva a cabo una pequeña acción que te recuerde esta nueva creencia cada día. Si piensas que no te mereces cosas bonitas, cómprate algo realmente hermoso. Haciendo este tipo de acciones, quizá descubras que surgen nuevos sentimientos y creencias a los que considerar y con los que trabajar.
Sanaya Roman y Duane Packer
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